En este clásico del realismo francés, La señora Bovary ofrece un retrato minucioso de las frustraciones y anhelos de una mujer que busca en la imaginación y los libros lo que la realidad le niega; escrito por Gustave Flaubert, el relato explora con precisión psicológica y un estilo depurado las tensiones entre deseo y cotidianeidad, como resume la propia novela: «Emma quería saber exactamente lo que en la vida es felicidad, pasión, embriaguez, palabras que tan bellas le habían parecido al leerlas en los libros.»
La minuciosa observación de Flaubert y su manejo de la ironía construyen una experiencia lectora profunda, en la que cada decisión narrativa revela capas de carácter y contexto social. La obra se presenta como un estudio sobre las expectativas, la insatisfacción y las consecuencias del idealismo romántico, escrito con una precisión estilística que sigue siendo referencia para la narrativa moderna.