Ambientada en la Venecia de 1910, La condesa maldita reconstruye con pulso narrativo el disparo del joven traductor Nicolas Naumov contra Pavel Kamarovsky y el escándalo posterior cuando la policía señala a la condesa Maria Tarnowska como instigadora. El juicio que se abre sacude los cimientos de una sociedad biempensante y pone en tela de juicio las nociones de honor, pasión y reputación pública, mientras la trama desvela las tensiones entre apariencia y verdad.
En manos de Reyes Monforte la figura de Maria se convierte en un retrato complejo: una femme fatale que desafía tabúes, rehúye el papel servil reservado a las mujeres y utiliza la seducción y la estrategia para garantizar su libertad. La narración alterna el drama del tribunal con episodios íntimos de la vida de la condesa, ofreciendo una reflexión sobre el poder, la manipulación y las contradicciones de una época que observaba con dureza lo que no comprendía.