Hannah no encaja en los manuales de hechicería: su vida transcurre entre evitar a la chica que le rompió el corazón y atender una tienda de curiosidades mágicas. En Estas brujas no arden la autora combina humor ácido y tensión sobrenatural, y firma la obra Isabel Sterling, que construye una protagonista a la vez vulnerable y resuelta.
Cuando un rito de magia negra arruina la fiesta de fin de año del colegio, Hannah y su fastidiosa ex, Veronica, afrontan algo más oscuro que los celos: la posible existencia de una bruja de sangre en el pueblo con ganas de destruirlas. La novela explora la identidad, el rencor y la sororidad en un entorno cotidiano lleno de pequeños objetos encantados; su ritmo ágil y la combinación de misterio, humor y emoción mantienen la tensión mientras los personajes redescubren sus límites y su capacidad de resistencia.