Una narración tensa y obsesiva que desentraña la psicología de un asesino y la dinámica de una pasión destructiva: en El túnel el pintor Juan Pablo Castel relata con voz confesional por qué mató a María Iribarne. Desde el momento en que la ve frente a uno de sus cuadros hasta el desarrollo de una relación marcada por los celos y la desconfianza, la novela reconstruye el declive de una mente que se encierra cada vez más en su propia lógica.
Ernesto Sabato concentra la acción en la mirada perturbada de Castel, ofreciendo un estudio preciso sobre la paranoia, la soledad y la imposibilidad de comunicación. El relato, breve pero contundente, combina tensión psicológica y claridad estilística para explorar cómo una pasión puede convertirse en condena, convirtiendo la lectura en una inmersión incómoda y reveladora en los límites de la razón.