El silencio de los malditos

En una entrevista que desafía los límites de la confidencialidad y el riesgo, el periodista Carlos Pinto consigue acceder a un peligroso delincuente al que nadie había logrado entrevistar. En una pequeña habitación dentro de la cárcel se inicia un relato que, más que una confesión, funciona como un viaje sin retorno a los inescrutables dominios de la mente criminal; así nace El silencio de los malditos, una narración íntima y tensa que no evita la crudeza de los hechos.

La historia reconstruye el trayecto vital de un hombre que cometió un asesinato horrendo y sin justificación aparente, pero que al relatar su vida revela un entramado de privaciones, dolor y venganza que obliga a replantear las raíces sociales y psicológicas del delito. Con una prosa contenida y una estructura que alterna confesión y crónica periodística, la obra propone una lectura inquietante sobre responsabilidad, memoria y el efecto corrosivo de la exclusión, ofreciendo al lector una comprensión más profunda del abismo que separa actos y motivos.