En la convulsa Florencia del Renacimiento, un observador sin concesiones formuló una radiografía del poder que aún hoy alimenta el pensamiento político moderno: El príncipe surge de la experiencia práctica y del exilio para cuestionar las recetas anteriores y mostrar la política tal como se ejerce, no como se desea. En un momento en que la sociedad moderna daba sus primeros pasos, su autor llegó a afirmar que «el rey estaba desnudo», denunciando la ineficacia de las fórmulas tradicionales para orientar la acción pública y el gobierno efectivo.
Escrito durante un periodo de marginalidad personal, este texto expone la tesis de que la política es esencialmente lucha por el poder y que esa lucha sigue reglas propias, susceptibles de análisis independiente de consideraciones morales o religiosas. La prosa de Maquiavelo combina claridad analítica y aforismo incisivo, ofreciendo una obra de gran utilidad para quienes desean comprender las dinámicas del Estado, la legitimidad y la eficacia política desde una perspectiva realista y crítica.