Esta novela propone una experiencia de lectura que merece descubrirse sin adelantos: El niño con el pijama de rayas aborda, desde la mirada de un niño de nueve años, una trama de encuentros y distancia que conmueve por su sencillez y contundencia. La narración privilegia la inocencia y la percepción infantil para ofrecer una perspectiva distinta sobre acontecimientos que, por su naturaleza, suelen resultar difíciles de describir sin perder la fuerza emotiva.
La historia sigue a Bruno cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca; a partir de ese elemento aparentemente sencillo se despliega una tensión narrativa que interpela a lectores jóvenes y adultos. Firmada por John Boyne, la obra combina una prosa accesible con un trasfondo cuidadosamente trabajado, lo que permite una lectura envolvente y reflexiva.
Aunque su tono es de claridad y aparente ligereza, el libro plantea cuestiones éticas y humanas que invitan al diálogo, por lo que se recomienda su lectura a partir de los trece años. Lectores interesados en relatos que exploran la percepción infantil frente a realidades complejas encontrarán en esta novela una propuesta literaria conmovedora y sofisticada en su economía expresiva.