En el París del siglo XV, entre callejuelas sombrías y personajes marginales, El jorobado de Notre-Dame relata la injusticia contra la gitana Esmeralda y la protección que le ofrece Quasimodo; esta versión pertenece a la mirada monumental de Victor Hugo, quien combina el esplendor arquitectónico con la crudeza social de la época.
Con un equilibrio entre novela histórica y ficción romántica, la obra propone figuras arquetípicas —Esmeralda, Frollo y Quasimodo— que encarnan pasiones, culpa y redención frente a la imponente catedral que actúa como escenario y personaje. Publicada originalmente como «Nuestra Señora de París», esta novela despliega una prosa intensa y una construcción dramática que explora temas de poder, fe y marginación, y que continúa resonando por la fuerza de sus personajes y la profundidad de su mirada sobre la condición humana.