En mitad de la noche en un barrio tranquilo de Minneapolis, Luke Ellis, de doce años, es raptado tras el asesinato de sus padres y despierta en un cuarto sin ventanas; así comienza El instituto, de Stephen King, una novela que combina suspense, terror y una reflexión sobre el abuso del poder frente a lo extraordinario.
En la siniestra institución, niños con habilidades como la telequinesia y la telepatía conviven en la Mitad Delantera mientras los mayores permanecen en la Mitad Trasera; compañeros como Kalisha, Nick, George, Iris y Avery Dixon permiten explorar la solidaridad y el miedo en un entorno donde la directora, la señora Sigsby, y su equipo explotan sin piedad esos dones. La necesidad de escapar se vuelve obsesión cuando las desapariciones se multiplican y los castigos son brutales, resumido por la advertencia de Kalisha «El que entra no sale». Con un ritmo implacable y momentos de intensa carga emocional, esta obra plantea preguntas sobre la ética de la investigación y la resistencia frente a sistemas que deshumanizan.