El año de gracia

En una comunidad regida por supersticiones y leyes silenciosas, El año de gracia plantea un universo donde la transición a la adolescencia se convierte en un rito de peligro y exposición; la novela, escrita por Kim Liggett, sitúa a las jóvenes del condado de Garner frente a una tradición que obliga a expulsarlas a la naturaleza para purificar una supuesta esencia que atrae y provoca celos.

Tierney James, protagonista de la narración, atraviesa no solo los rigores del entorno salvaje y las amenazas externas, sino sobre todo la hostilidad y la rivalidad entre quienes comparten su destino. Con prosa afilada y un realismo descarnado, Liggett explora cómo la opresión social y el miedo moldean las relaciones entre las adolescentes y las decisiones que las conducen hacia la madurez.

La novela articula con tensión temas contemporáneos como la vigilancia sobre los cuerpos femeninos, la competencia impuesta entre mujeres y la pérdida de privacidad y esperanza; el resultado es una reflexión intensa y perturbadora sobre el paso a la adultez y las estructuras que lo definen, donde el mayor peligro a menudo proviene de las fracturas internas más que de la naturaleza exterior.