En una mesa de un restaurante lujoso seis comensales guardan silencio ante una silla vacía, con un ramillete de romero que recuerda a Rosemary Burton; así arranca Cianuro espumoso, una novela que confirma la maestría de Agatha Christie para tejer un misterio impecable. La escena inicial, marcada por el rostro azulado y el dolor de la fallecida, plantea de inmediato la pregunta sobre si se trató de un suicidio o de un asesinato, y cada detalle introduce nuevas capas de sospecha.
La aparición del coronel Race cambia el rumbo de la investigación y permite que la verdad comience a aflorar con giros bien dosificados y un ritmo que mantiene la tensión hasta el final. Con precisión narrativa y un desenlace que recompone las piezas del enigma, Cianuro espumoso ofrece una lectura envolvente para quienes buscan una trama de intriga clásica y sofisticada.