Tras los giros de las entregas anteriores, en Asesino de Brujas 3. Dioses y monstruos la voz que cierra la saga vuelve más intensa y sombría. La autora Shelby Mahurin sitúa a Lou en el umbral de una batalla definitiva: después del golpe de Morgane, la protagonista regresa para reclamar lo suyo y se enfrenta a una oscuridad que ya no pueden disipar ni el amor ni la nostalgia, lo que obliga a sus aliados a reevaluar lealtades, pérdidas y los límites del sacrificio.
La novela entrelaza acción, tensión romántica y mitología en un crescendo que cierra arcos y desata consecuencias. «Cada siete años comienza el agón», y aquí ese castigo adquiere forma cuando nueve dioses caminan entre los mortales mientras cazadores —descendientes de linajes antiguos— persiguen la inmortalidad arrebatando poder divino. El resultado es una conclusión poderosa y cargada de peligros que reinterpreta los vínculos y las consecuencias de cada elección hecha a lo largo de la saga.