En la playa más divertida, los pequeños exploradores podrán descubrir a escondidas al protagonista del álbum. En Creo que vi un... ¡Pingüino!, la autora Lydia Nichols propone un juego visual donde cada página es un reto: ¿estará detrás del quitasol o en el castillo de arena? Los deslizadores animados permiten revelar escenarios y fomentan la observación y la coordinación motriz mientras el niño explora.
La propuesta forma parte de la colección Creo que vi un... y combina ilustraciones nítidas con mecanismos sencillos que estimulan la curiosidad y el lenguaje temprano; una experiencia pensada para el juego compartido entre adultos y niñas y niños en sus primeras lecturas.