Con una intensidad que desarma, Corrupt plantea un duelo entre deseo y venganza que atraviesa los límites del control y la culpa. En esta novela, Penelope Douglas construye dos voces contrapuestas: Erika, que ha vivido a la sombra de un deseo contenido y la sospecha de un pasado que la marca, y Michael, el hermano mayor cuya paciencia se ha convertido en arma. Desde la atmósfera tensa de las canchas universitarias hasta las habitaciones donde se trazan planes de reparación y represalia, la autora despliega una narrativa que combina atracción visceral y cálculo emocional, y lo hace sin concesiones.
La novela examina cómo la línea entre protección y posesión puede difuminarse hasta volverse peligrosa: la tensión se percibe en cada mirada que no se evade, en cada silencio que oculta intenciones, y en la escalada de una venganza que amenaza con convertirse en la última pesadilla de la protagonista. Con personajes complejos y una prosa que no evita la crudeza emocional, Penelope Douglas ofrece una propuesta de dark romance que obliga a confrontar las zonas más oscuras del deseo y sus consecuencias.