Con humor y ternura, esta historia retrata la singular costumbre de Sofía de meterse el dedo en la nariz; a tal punto que su dedo ha instalado una verdadera casa dentro de su nariz. En El dedo en la nariz la narración convierte lo cotidiano en una pequeña fábula que despierta risas y empatía. Firmado por Paula Merlán y Gómez, el libro equilibra ironía y ternura sin perder de vista la sensibilidad infantil.
La propuesta transforma la travesura en una exploración de la imaginación: el dedo se convierte en hogar con salón y «cocina con menú degustación», y cada escena invita a la lectura compartida. Su tono juguetón y el ritmo de la narración facilitan el diálogo entre adultos y niños sobre hábitos y límites, promoviendo la reflexión desde la complicidad y el humor en lugar de la reprimenda.