Los antiguos persas debatían todos los asuntos políticos dos veces: una sobrios y otra borrachos. Los vikingos creían que la hidromiel era la fuente de la poesía. El castigo que los aztecas infligían a los borrachos era el estrangulamiento público y los londinenses del siglo xviii estaban obligados a comprarle gin a un gato mecánico. Cada civilización ha tenido que encontrarle un lugar –o una forma de controlar– al eterno impulso humano de emborracharse.
Ficha Técnica
ISBN:9789563605518
Editorial:Planeta
Encuadernación:Rústica
Idioma:Español
EAN:9789563605518
Nº De Páginas:240
Edición/Año:2019
Dimensiones:15x23
$ 13.900
Disponible
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Reseña
Los antiguos persas debatían todos los asuntos políticos dos veces: una sobrios y otra borrachos. Los vikingos creían que la hidromiel era la fuente de la poesía. El castigo que los aztecas infligían a los borrachos era el estrangulamiento público y los londinenses del siglo xviii estaban obligados a comprarle gin a un gato mecánico. Cada civilización ha tenido que encontrarle un lugar –o una forma de controlar– al eterno impulso humano de emborracharse.